Pidiendo ayuda [Abierto ambisex]

-Despertó esta mañana en aquel mismo lugar, en su habitación mirando la blanca pared a su lado sabiendo que ya era tarde y que detrás de ella no había ningún compañero o compañera de habitación; era lo mismo que todos los días y definitivamente no cambiaría. Sentía que su cuerpo aun no reaccionaba y todo era por el mismo adormecimiento; sus párpados semi-pegados entre sí producto de la secreción de los lagrimales no le permitía ver aun del todo bien y el frío se hacía notar. Movió uno de sus brazos, el cual estaba aun destapado y percibió su piel completamente helada, odiaba moverse tanto por las noches, jamás amanecería con una temperatura adecuada. Movió su brazo el cual estaba bajo su cuerpo y se tapó unos segundos queriendo tomar temperatura.-

¡Llego tarde! -Pensó de golpe abriendo sus ojos no queriendo moverse aun pero en su mente estaba la reacción; giró su cuerpo con lentitud apoyándose en sus antebrazos contra la cama hasta poder girarse a la mesita de noche que separaba ambas camas del dormitorio de aquella habitación doble de la Universidad pudiendo tomar su celular, encandilándose por obviedad gracias a la ventana abierta frente a ella, por la cual entraba el sol cada mañana calentándola; en ese momento recordó el porque no dormía en aquella cama, pues el frío era insoportable por las noches.-

-Observó la hora y al ver que eran las 9:48 de la mañana simplemente saltó de la cama, se sentó, bajó las piernas y calzó sus pantuflas color violacias pálidas con peluche por dentro y por fuera; levantó todo su cuerpo arrastrando los pies mientras su mano mecánicamente lanzaba el celular a la cama haciéndolo rebotar un par de veces, para dirigirse al clóset en el cual guardaba sus ropas, toallones y demás cosas como el uniforme mismo.-

-Tomó ropa interior, un toallón celeste pastel y se dirigió a su baño personal, dejó las prendas sobre la tapa del toaliet y corrió la cortina de baño con su diestra girando el grifo de agua caliente, la fría la abriría luego; observó los potes de Shampoo y Crema en los cuales el Shampoo estaba vacío, como era costumbre.- Siempre es lo mismo Dos Shampoos y una Crema. -Se dijo a sí misma yendo al botiquín blanco de cedro ecológico donde guardaba despensas de emergencia como esa. Abrió la puerta izquierda observando Jabón, pasta dental, cepillo de dientes, cremas de piel, alcohol, curitas, entre otras cosas, dándose cuenta de que ya no tenía aquello.- Si no me lavo la cabeza, se notará. -Y era cierto, su cuero cabelludo normalmente era más graso de lo normal.-

-Corrió al baño a cerrar el grifo, quemándose con el agua caliente que ya salía hirviendo, para luego mirarse al espejo y pensar. Estaba despeinada, amanecida y sin posibilidad de ducharse, para colmo, llegaba tarde al colegio.- Si tuviese una compañera ésto no ocurriría. -Se dijo molesta, eso de ser una antisocial mal llevada no era muy bueno en esos casos.- Ya que~ -Respiró profundo mientras acomodaba su cabello y salió al pasillo comunitario de habitaciones, no creía que pudiese encontrar a nadie, pues ellos entraban a eso de las 7 u 8 de la mañana a clases. De todas formas se dirigió a una puerta, cerró el puño y tocó en ésta agachando la mirada, como si aquello le diese vergüenza alguna.-

-Finalmente la puerta se abrió una persona detrás de ésta la miró y ella sorprendida simplemente se heló; no recordaba que ese día en particular, no había clases en todos los Secundarios, Institutos y Universidades del país, por lo tanto todos estaban en sus recámaras o en algún lado, menos en clases.-